¿Sientes que tu mandíbula está rígida o te cuesta abrir la boca por completo? Esa sensación de presión o cansancio en la zona puede ser una señal de tensión mandibular, un trastorno que afecta a la articulación temporomandibular (ATM) y a los músculos que la rodean.
Aunque muchas veces pasa desapercibida, puede provocar dolor de cabeza, chasquidos al masticar o rigidez en el cuello.
En este artículo descubrirás por qué aparece la tensión mandibular y cuáles son sus síntomas más frecuentes, para que puedas identificarla a tiempo y acudir a un profesional que valore tu caso.
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¿Qué es la tensión mandibular?
La tensión mandibular es una alteración muscular que se produce cuando los músculos que intervienen en el movimiento de la mandíbula permanecen en contracción durante un tiempo prolongado o trabajan de forma descoordinada.
Estos músculos rodean la articulación temporomandibular (ATM), que conecta la mandíbula con el cráneo y permite realizar movimientos como abrir, cerrar y desplazar la boca hacia los lados.
Cuando la musculatura se mantiene tensa o sufre espasmos, la articulación no se mueve de forma fluida y aparece dolor, rigidez o limitación para abrir la boca.
Esta tensión puede afectar a uno o a ambos lados de la mandíbula y manifestarse de forma puntual o repetida, según la causa que la origine.
Suele asociarse a bruxismo, el estrés, la mala oclusión dental o los trastornos de la ATM, que provocan una sobrecarga continua en los músculos mandibulares y alteran su equilibrio natural.
De hecho, hasta un 33,8 % de la población europea sufre algún trastorno de la articulación temporomandibular (ATM), según un meta-análisis publicado en 2025.
¿Cómo puedo saber si tengo tensión en la mandíbula o ATM?
Como ocurre con otros trastornos de la articulación temporomandibular, la tensión mandibular provoca tanto molestias musculares como limitaciones al mover la boca.
Algunos signos son más evidentes, pero hay otros que pasan desapercibidos y conviene reconocer.
Síntomas de la tensión mandibular
1. Dolor o presión en la zona de la mandíbula y frente al oído
Es la señal más habitual, ya que el dolor aparece al masticar, hablar o bostezar y puede irradiarse hacia las sienes, el cuello o incluso la cabeza.
2. Rigidez o dificultad para abrir la boca
La mandíbula se siente “atascada” o limitada. En algunos casos se percibe un ligero bloqueo al intentar abrir la boca por completo.
3. Chasquidos o ruidos al mover la mandíbula
Si al abrir o cerrar la boca notas un clic o crujido en la zona de la ATM, es probable que exista una alteración en el movimiento articular causada por la tensión muscular.
4. Dolor de cabeza, cuello o nuca
La sobrecarga de los músculos mandibulares suele extenderse a otras zonas. Provoca cefaleas tensionales y sensación de rigidez en los hombros o la parte superior de la espalda.
5. Desgaste dental o sensibilidad en los dientes
El hábito de apretar los dientes durante el día o mientras duermes desgasta el esmalte. Con el tiempo, puede causar sensibilidad al frío o al calor e incluso microfracturas en las piezas.
¿Te sientes identificado con este caso?
“Sentía la mandíbula cargada y dolor al masticar. Había perdido varias muelas y notaba que los dientes delanteros se desgastaban cada vez más. Al final del día, el dolor en la articulación era constante.”
El equipo detectó un edentulismo posterior que estaba provocando tensión mandibular y molestias en la ATM.
El tratamiento comenzó con una férula de desprogramación para relajar la musculatura y estabilizar la mandíbula. Después, gracias a la rehabilitación con carillas y coronas de zirconio, recuperó la función masticatoria y el equilibrio de la mandíbula.
¿Cuáles son las causas de la tensión mandibular?
La tensión mandibular puede tener distintos orígenes. En la mayoría de los casos, surge por una combinación de factores musculares, emocionales y funcionales que afectan al equilibrio de la articulación temporomandibular (ATM).
Estrés y tensión muscular
El estrés y la ansiedad son las causas más frecuentes. Cuando estamos tensos, los músculos de la mandíbula se contraen de forma involuntaria, incluso sin darnos cuenta.
Esta contracción mantenida provoca rigidez, dolor y, a largo plazo, sobrecarga en la articulación temporomandibular. Por eso muchas personas sienten la mandíbula “apretada” o “cansada” al final del día o al despertar.
Bruxismo
El bruxismo es el hábito inconsciente de apretar o rechinar los dientes, sobre todo mientras dormimos. Este esfuerzo continuado fatiga los músculos faciales y desgasta los dientes y la ATM.
Con el tiempo, la mandíbula pierde su punto de equilibrio y aparecen dolor, limitación al abrir la boca o sensibilidad dental.
¿Aún con dudas? Descubre en este artículo si tienes o no bruxismo.
Maloclusión dental
Cuando los dientes no encajan correctamente, la mandíbula debe adaptarse para masticar. Estos movimientos compensatorios generan tensión muscular y presiones desiguales en la articulación.
Una mordida desajustada no solo afecta a la estética de la sonrisa, también puede alterar la función de la ATM y producir dolor crónico.
Problemas en la articulación temporomandibular (ATM)
Las disfunciones de la ATM, como el desplazamiento del disco articular o la inflamación de sus estructuras, también causan tensión mandibular.
Esta alteración impide que la articulación se mueva con normalidad, lo que obliga a los músculos a trabajar más y genera fatiga y chasquidos al abrir o cerrar la boca.
Postura corporal inadecuada
Mantener la cabeza adelantada durante muchas horas, por ejemplo frente al ordenador o al móvil, modifica la posición natural de la mandíbula.
Esa mala alineación cervical tensa los músculos del cuello y la cara, generando dolor y rigidez en la zona mandibular.
Traumatismos o golpes
Un golpe o una caída pueden alterar la posición de la mandíbula o dañar la articulación. Incluso los traumatismos leves, si no se tratan, dejan secuelas en los músculos y provocan tensión al mover la boca.
Enfermedades articulares
Enfermedades degenerativas como la artritis o la osteoartritis afectan directamente al cartílago que recubre la ATM.
Este desgaste produce inflamación, dolor y pérdida de movilidad, lo que obliga a los músculos a hacer un esfuerzo extra para mantener la mandíbula estable.
El tratamiento de la tensión mandibular se centra en relajar los músculos, restaurar el equilibrio de la articulación y corregir las causas que la provocan.
¿Tienes síntomas de tensión mandibular?
Si experimentas molestias o sospechas que sufres tensión mandibular, no esperes más.
En nuestra clínica dental de Granollers contamos con especialistas en articulación temporomandibular listos para ayudarte. Nuestro objetivo es que vuelvas a recuperar la estabilidad de tu mandíbula y aliviar síntomas como la tensión, el dolor, los ruidos articulares o el bloqueo al masticar.
Pide tu cita con nosotros o ven a visitarnos en Carrer de Francesc Macià i Llussà, 61, para que valoremos tu caso.




